Farmacia Rosique

Farmacia Rosique

A tu lado desde 1789

Conoce nuestra historia

La Farmacia Rosique en Calasparra tiene una rica historia que se remonta a 1789. Su legado moderno comenzó con Prudencio Rosique Bartolomé, quien tras graduarse en 1916, abrió su farmacia en Calasparra en 1939. Durante más de 30 años, trabajó junto a su hijo Mario, creando un ambiente familiar y cercano con sus pacientes. En 1973, su hijo Prudencio Rosique Robles tomó el relevo, manteniendo la tradición hasta 2001, cuando la farmacia se trasladó a su ubicación actual. Desde 2015, la dirige la actual generación, comprometida en preservar esta tradición boticaria de siglos.

Años de historia
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Profesionales

Contamos con un equipo de profesionales altamente capacitados que te brindarán asesoramiento personalizado en todo momento.

Foto histórica de nuestra farmacia en 1939

Comprometidos con tu salud

Te presentamos nuestro equipo

En Farmacia Rosique, nos enorgullece contar con un equipo de farmacéuticos y auxiliares dedicados, apasionados y altamente profesionales. Cada miembro de nuestro equipo aporta una combinación única de experiencia, conocimiento y empatía, cualidades que nos permiten ofrecer un servicio excepcional a cada paciente que cruza nuestras puertas.

Nuestro equipo no solo se dedica a dispensar medicamentos, sino también a escuchar, guiar y apoyar a nuestros clientes en todas sus necesidades de salud.

Con un enfoque cercano y profesional, trabajan incansablemente para asegurarse de que cada consulta y cada tratamiento esté acompañado de la mejor orientación posible. Gracias a su compromiso y a su constante actualización en el campo farmacéutico, en Farmacia Rosique estamos preparados para ofrecer un servicio de confianza y garantías.

¡Agradecemos el gran trabajo que realizan cada día y la profesionalidad con la que nos representan!

De izquierda a derecha: José María, Raquel, Salo, Espe, Ana, Arantxa, José Prieto y David

¿Quién era Prudencio Rosique?

Prudencio Rosique, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de la Región de Murcia hasta su fallecimiento en 2015, fue una persona de gran visión y una notable capacidad para unir a todos en torno a la salud pública. Con un corazón generoso y un talento único para comunicar, Prudencio nos enseñó que la clave para una atención sanitaria efectiva y duradera está en la colaboración entre pacientes, profesionales de la salud y autoridades políticas.

Su intuición le permitía dar forma a ideas complejas con sencillez, inspirándonos siempre a través de una sonrisa y logrando que cualquier proyecto pareciera posible.

 

Como profesional, Prudencio fue un pilar tanto en su labor de farmacéutico en Calasparra como en su rol colectivo al frente del Colegio de Farmacéuticos de la Región de Murcia. Su objetivo fue siempre mejorar la salud y el bienestar de cada paciente, a menudo adelantándose a sus necesidades.

Su cercanía y empatía lo llevaron a estar profundamente involucrado con asociaciones de pacientes, en particular con ADIRMU, donde fue nombrado socio de honor y amigo cercano. La Escuela de Diabetes Prudencio Rosique, que lleva su nombre, es una extensión de su legado: su convicción de que el conocimiento es esencial para actuar y cuidar tanto de uno mismo como de los demás.

Él fue y seguirá siendo nuestro mentor, y su visión es ahora la nuestra: asegurar que las necesidades sanitarias de las personas con diabetes sean atendidas con eficacia y empatía, mejorando su calidad de vida y mostrando el camino hacia un sistema de salud realmente colaborativo.